Sin berrinche: El INE y el abaratamiento de la democracia
La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, afirma que la elección de juzgadores habrá de tener lugar “sin berrinche” a pesar del severo recorte al presupuesto solicitado para organizar el proceso. Fuente Patética declaración de quien debería estar preocupada y comprometida con defender al INE en su delicada encomienda de organizar una elección histórica para abrir paso a una experiencia inédita y complicada en extremo: la elección de juzgadores por voto directo. No cabe duda, la degradación de la política y del servicio público a todos alcanza, incluso a la institución emblemática de la transición democrática más exitosa conocida. La democracia cuesta. Las instituciones y prácticas electorales se construyeron para dar certeza, siendo indispensable desarrollar una amplia burocracia electoral, así como instrumentos confiables y de elevado costo, como el padrón electoral y la credencial de elector. La duda es si la disminución del gasto podrá acompañarse de la misma calidad. Quizá, pero hay una derrota que todo compromete: la merma de la imparcialidad e independencia de la cúpula del INE, particularmente por parte de la señora Taddei y de los consejeros designados en el pasado reciente. Berrinche debieran estar haciendo muchos mexicanos, no por el financiamiento, sino por la colonización que el régimen obradorista ha hecho del órgano electoral y de la Sala Superior del Tribunal Electoral. Berrinche por la pérdida, por el cinismo del gobernante, por la complacencia ciudadana, por la indolencia de los interesados en la imparcialidad; ejemplo, los partidos opositores.